Rosy Hernández (Guatemala)
“Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas” Salmo 147:3
Hola, soy Rosy,
soy de Guatemala, He servido al señor toda mi vida, fui pastora por más de 20
años, y he dedicado mi vida al servicio del señor sirviendo con mujeres en los diferentes
ministerios.
Conocí al señor a una edad muy temprana, algún tiempo después conocí a mi esposo, durante
nuestro matrimonio servimos juntos ministrando la alabanza en diferentes lugares por
alrededor de 10 años, hasta que el señor nos dio el reto del pastorado, iniciamos el pastorado
en la Iglesia Lluvias de Gracias en San Miguel Petapa, Guatemala. Estuvimos sirviendo por
alrededor de 15 años, hasta que el señor nos movió a pastorear en los Estados Unidos, donde
pastoreamos hasta finales del año 2022. El señor fue siempre fiel para con nosotros, y
recientemente, en su soberanía decidió que era tiempo de llevarse a mi esposo a su presencia a
inicios del año 2023, han sido meses bastante duros, el proceso es muy difícil, pero aún sigo
viendo la mano extendida del señor hacia mí y mi familia. A veces pensamos que, porque una
etapa en nuestra vida culmina, eso significa que Dios ya terminó con nosotros, y no es así.
Siempre he amado servir al señor y a los demás, se hacer distintas cosas, como enfermería,
cultora de belleza, floristería, pero lo que definitivamente ha sido mi pasión toda la vida ha sido
cocinar y consentir a las personas a través de mi talento. Como les contaba antes, cuando el
señor decidió que era tiempo de llevarse a mi esposo, pensé que mi vida terminó con su
muerte, pero el señor me dijo, no, aún tengo planes para ti, aún puedo usarte, aún puedo
glorificarme a través de ti, y ahora quiero que estés lista para esta nueva etapa.
Recientemente el señor me abrió las puertas para una nueva etapa en mi vida, donde puedo
servir a sus hijos, estaré sirviendo en el área de cocina para los distintos grupos misioneros que
recibe Casa de Fuego en ciudad viaja, Antigua Guatemala, este es un ministerio que no solo me
da al privilegio de servir a los demás, sino que me abre las puertas al campo misionero, por lo
que quiero invitarlos a creer por mí, y que puedan apoyar mi ministerio a través de las
donaciones, ya que mi meta no solo es nutrir bien a los grupos que estarán viniendo a
Guatemala, sino que a su vez podré sumarme a los distintos viajes misioneros que vendrán en
el año 2024, tomando el reto en las misiones por primera vez en mi vida a tiempo completo, así
mismo mi visión es también iniciar una academia de cocina donde puedo enseñar a madres
jóvenes, y llevarles el evangelio a través de los cursos que estaré impartiendo.
Estoy muy entusiasmada por esta nueva etapa, y me gustaría que te sumaras a creer conmigo.
Salmos 138:8
Jehová cumplirá su propósito en mí;
Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;
No desampares la obra de tus manos.
